TUNDRA
La tundra se caracteriza por su subsuelo helado, falta de vegetación arbórea o en todo caso árboles naturales debido a la poca heliofania y el estrés del frío glacial; los suelos están cubiertos de musgos y liquenes y son pantanosos con tuburberas en muchos sitios. Se extiende principalmente por el hemisferio norte: en siberia, alaska, norte de canada sur de greolandia y la costa artica de europaEn el hemisferio sur se manifiesta con temperaturas mucho más parejas durante el año y en lugares como el extremo sur de chile y Argentina islas subantarticas como Georgia del sur y Kerguelen y en pequeñas zonas del norte de la Antartica cercanas al nivel del mar.


¿QUE POBLACIONES EXISTEN?
La tundra, se extiende entre los 50 y 60 latitud sur, y 60 y 70 de latitud norte. Sin embargo, mientras que en el Hemisferio Norte ocupa superficies enormes, y puede considerarse como el medio de transición entre las zonas polares y la taiga, en el sur se reduce a unas pocas islas. En climatología, este bioma está marcado por las bajas temperaturas y las precipitaciones escasas que suelen caer en forma de nieve. Las condiciones para el desarrollo de la vida en la tundra son especialmente difíciles en invierno, ya que se dan períodos de noche continua durante semanas y se asemeja bastante al medio polar. En el verano, época de deshielo, con días continuos que se alargan durante semanas, las temperaturas pueden llegar a superar los 0C, sin rebasar los 10C, lo que nos da una idea de la dureza de este clima. A pesar de la pobreza florística, el tapiz vegetal existente ha permitido el desarrollo de la rica vida animal, diferenciándose los animales que permanecen en la tundra todo el año, de los migratorios que llegan en verano, para regresar en invierno a la taiga o bosque boreal. Esta cubierta vegetal, que da nombre a este medio, presenta una importante discontinuidad y un grado de recubrimiento que varía desde la «tundra desnuda», formada por musgos y líquenes, pasando por la «tundra arbustiva» y finalmente la «tundra boscosa», que da paso al bosque boreal o taiga.
Los pueblos aborígenes de la tundra se establecieron hace ya muchísimos siglos en los límites septentrionales de las tierras habitables, a pesar de que hoy en día estos límites han sido superados por los exploradores árticos, los navegantes que frecuentan las gélidas aguas próximas a la banquisa polar y el personal de estaciones científicas de las islas árticas. Actualmente, casi todos los pueblos autóctonos de esta zona constituyen una minoría en sus territorios originarios y no superan el 5% del total de la población, que es de origen diverso: canadienses y norteamericanos, en América del Norte, escandinavos en Groenlandia, Islandia y el norte de la península escandinava; eslavos, tártaros y otras nacionalidades de la Federación Rusa, en toda Eurasia.
Las poblaciones consideradas autóctonas de la tundra, presentan una serie de rasgos comunes tanto las de la tundra euroasiática, como las de la groenlandesa o la americana. En este medio, donde los humanos han de vivir en unas condiciones que requieren la adaptación al entorno más allá del límite biológico, la adaptación cultural es la que ha hecho posible la supervivencia. Estas poblaciones aborígenes de las regiones más septentrionales del planeta, parecen tener un origen común, tal y como indican recientes estudios de genética. Los rasgos morfológicos mongoloides que comparten los diferentes pueblos de la tundra sugieren un origen asiático. En el caso de los pueblos uralianos, a medida que nos desplazamos hacia el oeste las características mongoloides se van atenuando, de manera que los pueblos más orientales (nganasans, samoyedos, ensi) son claramente asiáticos, mientras que los más occidentales (saami, komis) se asemejan más a los europeos. De todo esto, deriva la gran diversidad actual de los pueblos de la tundra su euroasiática. Por otra parte, en el extremo septentrional del continente americano distinguimos tres pueblos: los inuits (que ocupan también las costes occidentales de Groenlandia y la península de los chukchis), los aleutianos (en Alaska, las Islas Aleutianas y Komandorski), y las tribus indias norteamericanas. Estos pueblos aborígenes de la tundra tienen como principal actividad la caza de caribú, la ganadería de reno y la pesca, llevando algunos una vida seminómada.