En el caso de los organismos de mayor entidad biológica, de formas pluricelulares, cualquier relación entre individuos de una misma especie lleva siempre un componente de cooperación y otro de competencia, con predominio de una u otra en casos extremos. Así en una colonia de pólipos la cooperación es total, mientras que animales de costumbres solitarias, como la mayoría de las musarañas, apenas permiten la presencia de congéneres en su territorio fuera de la época reproductora.
La colonia es un tipo de relación que implica estrecha colaboración funcional e incluso cesión de la propia individualidad. Los corales de un arrecife se especializan en diversas funciones: hay individuos provistos de órganos urticantes que defienden la colonia, mientras que otros se encargan de obtener el alimento y otros de la reproducción. Este tipo de asociación es muy frecuente también en las plantas, sobre todo las inferiores. En los vegetales superiores, debido a la incapacidad de desplazamiento, surgen formaciones en las que el conjunto crea unas condiciones adecuadas para cada individuo, por lo que se da una cooperación ecológica, al tiempo que se produce competencia por el espacio, impidiendo los ejemplares de mayor tamaño crecer a los plantones de sus propias semillas.
En el reino animal nos encontramos con sociedades como las de hormigas o abejas, con una estricta división del trabajo. En todos estos casos, el agrupamiento sigue una tendencia instintiva automática. A medida que se asciende en la escala zoológica encontramos que, además de ese componente mecánico de agrupamiento, surgen relaciones en las que el comportamiento o la etología de la especie desempeñan un papel ciente. Los bancos de peces son un primer ejemplo. En las grandes colonias de muchas aves (flamencos, gaviotas, pingüinos, etc.), las relaciones entre individuos están ritualizadas para impedir una competencia perjudicial.
Algo similar sucede en los rebaños de mamíferos. Entre muchos carnívoros y, en grado máximo entre los primates, aparecen los grupos familiares que regulan las relaciones intraespecíficas y en este caso factores como el aprendizaje de las crías, el reconocimiento de los propios individuos y otros aspectos de los que estudia la etología pasan a ocupar un primer plano.
En años anteriores el ser humano fue aprendido muy lentamente a conocer la fuerza de la naturaleza, y los dones que esta le podía brindar, sin embargo, la sociedad actual ha cambiado mucho sobre todo en los países desarrollados, incluso se podría decir que el ser humano actualmente dominan y regulan la naturaleza, y no la naturaleza al ser humano, aunque tarde o temprano la naturaleza siempre busca su camino, y al final la fuerza y furia de la naturaleza es más fuerte que el ser humano.
Si consideramos cómo han ido cambiando las relaciones de los hombres con la Naturaleza a lo largo de la Historia, concluiremos que en un principio, durante muchos siglos, fue la Naturaleza la fuente de todos los bienes, a través de la caza, la recolección, la agricultura, la ganadería, etc., pero también era la fuente de casi todos los males, como las epidemias, las sequías, el frío, etc.
MEDIO AMBIENTE:
Es la atmósfera material que rodea a los seres. Factores que contribuyen a crear un entorno particular alrededor de un individuo.El ambiente debe tener condiciones adecuadas de temperatura, humedad, luz solar, oxigeno que permita respirar y anhídrido carbónico que permita a las plantas realizar la fotosíntesis, agua, suelo y otros factores que permitan la supervivencia humana, animal y vegetal.
El medio ambiente es todo aquello que nos rodea, es decir integrado un ecosistema.
Orizaba, Popocatepetl e Iztazihuatl
no hay vegetación por nieve
Musgos, líquenes y herbáceas.
Sierra Madre Oriental y Sierra Volcánica (3000 mts. de altura)
Más alla de 4000mts
¿QUE POBLACIONES EXISTEN?
La tundra, se extiende entre los 50 y 60 latitud sur, y 60 y 70 de latitud norte. Sin embargo, mientras que en el Hemisferio Norte ocupa superficies enormes, y puede considerarse como el medio de transición entre las zonas polares y la taiga, en el sur se reduce a unas pocas islas. En climatología, este bioma está marcado por las bajas temperaturas y las precipitaciones escasas que suelen caer en forma de nieve. Las condiciones para el desarrollo de la vida en la tundra son especialmente difíciles en invierno, ya que se dan períodos de noche continua durante semanas y se asemeja bastante al medio polar. En el verano, época de deshielo, con días continuos que se alargan durante semanas, las temperaturas pueden llegar a superar los 0C, sin rebasar los 10C, lo que nos da una idea de la dureza de este clima. A pesar de la pobreza florística, el tapiz vegetal existente ha permitido el desarrollo de la rica vida animal, diferenciándose los animales que permanecen en la tundra todo el año, de los migratorios que llegan en verano, para regresar en invierno a la taiga o bosque boreal. Esta cubierta vegetal, que da nombre a este medio, presenta una importante discontinuidad y un grado de recubrimiento que varía desde la «tundra desnuda», formada por musgos y líquenes, pasando por la «tundra arbustiva» y finalmente la «tundra boscosa», que da paso al bosque boreal o taiga.
Los pueblos aborígenes de la tundra se establecieron hace ya muchísimos siglos en los límites septentrionales de las tierras habitables, a pesar de que hoy en día estos límites han sido superados por los exploradores árticos, los navegantes que frecuentan las gélidas aguas próximas a la banquisa polar y el personal de estaciones científicas de las islas árticas. Actualmente, casi todos los pueblos autóctonos de esta zona constituyen una minoría en sus territorios originarios y no superan el 5% del total de la población, que es de origen diverso: canadienses y norteamericanos, en América del Norte, escandinavos en Groenlandia, Islandia y el norte de la península escandinava; eslavos, tártaros y otras nacionalidades de la Federación Rusa, en toda Eurasia.
Las poblaciones consideradas autóctonas de la tundra, presentan una serie de rasgos comunes tanto las de la tundra euroasiática, como las de la groenlandesa o la americana. En este medio, donde los humanos han de vivir en unas condiciones que requieren la adaptación al entorno más allá del límite biológico, la adaptación cultural es la que ha hecho posible la supervivencia. Estas poblaciones aborígenes de las regiones más septentrionales del planeta, parecen tener un origen común, tal y como indican recientes estudios de genética. Los rasgos morfológicos mongoloides que comparten los diferentes pueblos de la tundra sugieren un origen asiático. En el caso de los pueblos uralianos, a medida que nos desplazamos hacia el oeste las características mongoloides se van atenuando, de manera que los pueblos más orientales (nganasans, samoyedos, ensi) son claramente asiáticos, mientras que los más occidentales (saami, komis) se asemejan más a los europeos. De todo esto, deriva la gran diversidad actual de los pueblos de la tundra su euroasiática. Por otra parte, en el extremo septentrional del continente americano distinguimos tres pueblos: los inuits (que ocupan también las costes occidentales de Groenlandia y la península de los chukchis), los aleutianos (en Alaska, las Islas Aleutianas y Komandorski), y las tribus indias norteamericanas. Estos pueblos aborígenes de la tundra tienen como principal actividad la caza de caribú, la ganadería de reno y la pesca, llevando algunos una vida seminómada.
BAJA CALIFORNIA SUR
Baja California Sur es uno de los 31 estados que junto con el Distrito Federal conforman las 32 entidades federativas de México.
Baja California Sur se ubica al noroeste del territorio, ocupando la mitad sur de la Península de Baja California. Limita al norte con el estado de Baja California situado por encima del paralelo 28ºN, al este con el Mar de Cortés y al sur y oeste con el Océano Pacífico. Su capital es la ciudad de La Paz. Se extiende por una superficie de 73 475 km², ocupando un 3,8% del territorio nacional. Es junto con Quintana Roo la entidad más joven del país (ambas promovidas de Territorio Federal a Estado Libre y Soberano, el 8 de octubre de 1974).
Explotación forestal
La explotación forestal se ha realizado como actividad complementaria en el medio rural, debido fundamentalmente al potencialidad de los recursos, por lo que su aprovechamiento no ha sido de carácter persistente. En la producción maderable destacan leña para combustible, carbón y postes, y los no maderables, la damiana, hoja de palma, jojoba, orégano y corteza para curtientes.
Geografía
Artículo principal: Geografía de Baja California Sur
Al norte se ubican las lagunas costeras de San Ignacio y Ojo de Liebre, las cuales son sitios de reproducción de la ballena gris y se encuentran protegidas por el gobierno federal. En la misma zona se ubica el desierto de El Vizcaíno, una reserva mundial de la biósfera. Posee también algunas islas en el Océano Pacífico (Natividad, Magdalena y Santa Margarita) y otras en el Mar de Cortés: San Marcos, Coronados, Carmen, Monserrat, Santa Catalina, Santa Cruz, San Diego, San José, San Francisco, Partida, Espíritu Santo y Cerralvo. Sus principales elevaciones son la Sierra La Laguna, el Volcán Las Tres Vírgenes y el Cerro Salsipuedes.